"Se hace pasar por generosidad": economista explica real impacto de aumento de pensiones en Cuba

Según cifras oficiales, casi el 40% de los jubilados de la isla cobran la pensión mínima de 1.528 pesos mensuales.

En el contexto de profunda crisis económica en la isla, el aumento de pensiones elevará aún más los precios, mermando rápidamente el poder de compra de los jubilados. El economista Pedro Monreal evalúa el verdadero alcance de la medida.

El aumento de pensiones para jubilados en Cuba anunciado la semana pasada por el primer ministro cubano Manuel Marrero Cruz no significará un incremento real y sostenido del poder adquisitivo de este sector poblacional, explicó el economista Pedro Monreal.

En un hilo en la red social X, Monreal hace una disección de la medida que las autoridades cubanas han presentado como un beneficio adicional para aliviar una situación de "vulnerabilidad", sin mencionar el eventual impacto inflacionario de la misma.

"El “abaratamiento” del gasto de seguridad social en relación con el PIB ha creado “espacio fiscal” para incrementar ese gasto, aunque esto no se menciona oficialmente. Se hace pasar por generosidad lo que ha sido resultado de una compresión relativa de beneficios", señaló el experto.

El “abaratamiento” del gasto de seguridad social en relación con el PIB ha creado “espacio fiscal” para incrementar ese gasto, explica Monreal.

En una intervención ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, el pasado miércoles, Marrero dijo que a partir de septiembre se implementará un incremento a las pensiones de cubanos hasta llegar a un tope de 4,000 pesos mensuales. Según cifras oficiales, casi el 40% de los jubilados de la isla cobra la pensión mínima de 1,528 pesos mensuales, menos de 4 dólares al cambio actual en el mercado informal.

Monreal plantea varias cuestiones que a su juicio deberían aclarar las autoridades ante la implementación de esta medida, que representaría un gasto extra de 22 mil millones CUP anuales (1830 millones/mes). Según informes presentados ante la Asamblea Nacional, al cierre del primer semestre de 2025, el déficit fue 29,2 mil millones inferior al plan.

"Un primer punto que debería aclararse es si esa holgura se mantendría hasta el final de 2025, de manera que el “ahorro” a nivel del déficit pudiera compensar el gasto extra de 7,300 mil millones CUP (4 meses de aumento de pensiones en septiembre- diciembre 2025)", apuntó el economista.

Monreal dice que un segundo punto que requiere explicación es si el Estado prevé un nuevo incremento de pensiones en 2026, "considerando la erosión que representa para los beneficios de la seguridad social una inflación oficial de aproximadamente 15% (que subvalora el nivel real de inflación)".

Cuestiona, además, en un tercer punto, si las autoridades tienen la intención de modificar el modelo del presupuesto de seguridad social actual, "crónicamente deficitario en el rango de 1 a 3% del PIB, porque el gasto siempre supera las contribuciones".

El experto llama la atención sobre el hecho de que un déficit permanente de la seguridad social implicaría dedicar fondos destinados a otros usos para cubrirlo. Por otro lado, crear mecanismos que produzcan déficit cero para ese programa social contribuiría al equilibrio macroeconómico, explicó.

"Incluso en el caso -todavía no confirmado- de que el aumento de pensiones se produjese en el marco de una reducción del déficit fiscal en 2025 y 2026, que no se traduciría en emisión monetaria extra, las mayores pensiones pudieran contribuir al aumento de precios", alertó el economista.

El costo actual de la vida en Cuba es insostenible incluso para los jubilados con mayores ingresos. La inflación genera precios de los productos básicos, como los alimentos, que un pensionado no puede pagar.

Monreal apunta que los 22 mil millones de CUP adicionales de demanda que el incremento de las pensiones inyectará al mercado interno estatal de alimentos en moneda nacional "no son una cifra insignificante". La cifra equivale al 60,8% del total de ventas de alimentos en el sector estatal en 2024 (36,2 mil millones), ilustró.

"En condiciones de falta de respuesta en la oferta de alimentos que existe ahora, y que previsiblemente se mantendrá en 2026, el aumento de pensiones presionaría los precios, lo que a su vez mermaría rápidamente el poder de compra de las pensiones", concluyó el experto.

Ante esta realidad, Monreal se pregunta si el Estado protegerá el poder de compra de las pensiones mediante "aumentos imprevistos" como el recientemente anunciado por Marrero, o si adoptará "algún mecanismo automático" para ajustar las pensiones según la dinámica de los precios.

Cuba atraviesa su peor crisis económica en décadas con cortes de electricidad que promedian hasta 20 horas al día en gran parte de la isla, escasez de alimentos y otros productos de primera necesidad. En los últimos cinco años, la actividad económica del país ha registrado una caída del 11%, según datos oficiales recientes.