Por cada medida de EEUU el régimen amenaza con castigar a Ferrer, dice su esposa

José Daniel Ferrer se une al reto de "Patria y Vida". (Captura de video/YouTube)

“Me dijo que suspendió la huelga porque necesita estar vivo para seguir luchando por la libertad, la democracia y los derechos humanos”.

El prisionero político José Daniel Ferrer ha sido víctima de continuas golpizas y torturas en las últimas semanas en la cárcel de máxima seguridad de Mar Verde, ubicada en Santiago de Cuba, denunció a Martí Noticias su esposa, Nelva Ismaray Ortega Tamayo, tras una visita supervisada por la Seguridad del Estado este lunes.

Los familiares de Ferrer, quien estuvo casi dos semanas en huelga de hambre, no tenían noticias suyas desde hace varios días. "Las torturas extremas y las salvajes golpizas han recesado pero continúa sobreviviendo en condiciones crueles, inhumanas, degradantes, hacinado junto con delincuentes al servicio de la dictadura".

Ortega Tamayo dijo que los presos -de quienes sospecha sean oficiales vestidos de reclusos- están amenazando a su esposo con torturarlo si Estados Unidos anuncia más medidas contra el régimen de La Habana.

"En cada una de las golpizas nunca dejaron de mencionar que preferían verle muerto antes que fuera Premio Sájarov y que por cada medida que impusiera Donald Trump contra esta dictadura asesina, iban a torturarle. Esto no lo dice un preso cualquiera", comentó.

Ferrer fue excarcelado en enero de este año tras conversaciones entre el gobierno y el Vaticano, pero las autoridades le revocaaron la libertad condicional en mayo.

"Vestidos de presos supieron humillarle, torturarle y golpearle brutalmente los días 25, 26 y 28 de junio y los días 1, 2, 3, 4 y 5 de julio. En la última le colocaron el embudo, apretándole la nariz y obligándolo a tragar una sopa podrida. Le decían que si vomitaba, le obligarían a tragarse su propio vómito. Todo esto a la fuerza, poniéndole el uniforme de preso, parándole para el pase de recuento y grabándolo todo", detalló.

Ferrer le contó a su esposa que está rodeado de plagas y sin atención médica y que sufre fuertes dolores de cabeza, lesiones en la piel, molestias auditivas graves, tos persistente y síntomas respiratorios, sin haber recibido ningún tipo de atención médica, ni siquiera durante los días que estuvo en huelga de hambre. “Le golpeaban de cinco a seis veces al día mientras no comía, y jamás le vio un médico”, afirmó.

"Dice que las chinches son las dueñas del penal, los mosquitos, las moscas... y que las lesiones dermatológicas no solamente son por las picaduras de estos animales, sino también por el extremo calor".

La alimentación en prisión, según explicó, es putrefacta y el agua no es potable. Solo puede alimentarse con lo que su familia logra hacerle llegar. Ortega dijo que el activista continúa firme en sus convicciones pese al sufrimiento. “Me dijo que suspendió la huelga porque necesita estar vivo para seguir luchando por la libertad, la democracia y los derechos humanos”.

“Miguel Díaz-Canel, Raúl Castro, ustedes son los máximos responsables de lo que le ocurra a mi esposo. También lo son los jefes de la prisión de Mar Verde y los oficiales de la mal llamada Seguridad del Estado”, comentó.

"Ustedes son los responsables de lo que le ocurra a mi esposo y de lo que nos ocurra aquí a nosotros", denunció.

Declarado "prisionero de conciencia" por Amnistía Internacional, el líder de la UNPACU es uno de los 75 opositores encarcelados durante la Primavera Negra de Cuba en el 2003. Ha pasado al menos una docena de años en la cárcel.